El tejón de miel es más poderoso
de lo que sugiere su tamaño compacto: estos animales están hechos para
la batalla, no para la velocidad. Los tejones de miel tienen poderosas
garras de 1,5 pulgadas de largo (4 cm) y dientes que son lo
suficientemente fuertes como para romper el caparazón de una tortuga, lo
que convierte a estos pequeños mamíferos en un oponente formidable.
El tejón de miel también tiene un arma secreta para defenderse. Ocultas en la base de su cola hay dos glándulas anales que expulsan un líquido maloliente que se puede detectar a 40 metros (130 pies) de distancia, según el Instituto Nacional de Biodiversidad de Sudáfrica. Los animales generalmente expulsan la sustancia para marcar su territorio, pero también lanzan una "bomba fétida" cuando se sienten amenazados o asustados. Jonathan Kingdon, zoólogo de la Universidad de Oxford, dijo en su libro " East African Mammals (opens in new tab) " (The University of Chicago Press, 1977) que este líquido puede tener un efecto calmante en las abejas, permitiendo a los tejones de miel saquear las colmenas de forma más segura.
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